Izquierda Independiente S S Reyes

Un espacio para el debate político

viernes, septiembre 29, 2006

LOS SUEÑOS NO TIENEN FRONTERAS


Desde hace algún tiempo la inmigración ha pasado al primer puesto entre las preocupaciones de los españoles. Esto que es un hecho fácilmente comprensible ha movido la movido la conciencia del gobierno al respecto. Pero el gobierno ha tenido clara percepción del problema desde el principio y ha actuado consecuentemente, lo que se añade ahora al problema es la percepción que de él tiene la ciudadanía, y sabido es que un gobierno nunca pude gobernar contra corriente.
La percepción que la ciudadanía tiene del problema de inmigración es dramática porque dramáticas son las imágenes que a diario ofrecen los medios de comunicación y por consiguiente han sonado las alarmas. Pero lo más alarmante no es el problema en sí, sino las actitudes que ante el problema están tomando los diferentes actores:
A.- El gobierno cambia de política no porque entienda que debe corregir un error de partida, sino para que se vea que cambia, como si con ello amortiguase el ruido de la alarma.
B.- La leal oposición, siempre tan animosa, aventando el fuego y proponiendo otro pacto, que como siempre consiste en aceptarles de principio a fin su última ocurrencia. La regularización que hizo el gobierno actual estuvo bien hecha y no ha sido la primera ni será la última. Ya durante los gobiernos de Aznar se hicieron tres regularizaciones y se modificaron tres veces la leyes de extranjería, lo que hizo que algún ministro hubiera de dimitir, (Pimentel) pero la oposición de entonces no se paseaba por las instituciones comunitarias a chivarse a sus correligionarios de los fallos del gobierno de España.
C.- Europa, dejando el problema en suspenso, como si no fuera con ellos. “España no se va a hundir por 25.000 inmigrantes” dice el representante bávaro (y bárbaro) Gunter Bechstein. Claro que no, pero eso cuando lo oigan en Senegal animará que vengan otros 100.000 mas hasta que esto se hunda. Con amigos como éste para qué queremos enemigos. Este señor debe ser sordo y no se entera que los inmigrantes africanos llegan a Canarias hablando ingles, francés y hasta alemán, y eso ya nos dice algo de las responsabilidades de Europa en el problema; o acaso piensan ustedes que el atraso de las sociedades africanas nada tiene que ver con la colonización y consiguiente descolonización del continente africano. Nadie, por más importante que se crea, está autorizado a negarle el futuro a un joven africano de veinte años y menos aún a negarle un sueño porque los sueños no tienen fronteras.
Ya en 1936 cuando en España habían saltado las alarmas que alertaban contra el fascismo, hubo europeos que, ciegos y sordos, sólo quisieron ver en ello un problema español, pero tres años más tarde el cáncer ya había carcomido a Europa y el daño fue infinitamente mayor. La cobardía de Europa, como en el 36, ante el problema migratorio no es sino muestra de su débil construcción, y las dudas se trasladan a los ciudadanos europeos que se preguntan para qué quieren una Europa sorda y ciega al sueño de unos jóvenes que sólo quieren vivir. En EE.UU. la cosa sería aún peor porque ya les habrían criminalizado con la acusación de terroristas.
D.- La Iglesia porque muchos estamos en espera de un Concilio, Encíclica o enseñanza evangélica sobre las migraciones porque tuve hambre y me diste de comer, tuve un sueño y me tendiste la mano. ¿Le suenan de algo esta palabras, Santidad.?



Miguel Ángel Ballesteros.

Septiembre 2006