Izquierda Independiente S S Reyes

Un espacio para el debate político

viernes, junio 16, 2006

LAS RUTAS DE LA DISCORDIA



Hace dos años que los vecinos de Ciudalcampo y Fuente del Fresno llevaban sus protestas sobre los ruidos de los aviones al Ayuntamiento, al propio tiempo que recamaban su amparo contra este atropello. Todo bien, pero a veces el subconsciente nos traiciona y entre las propuestas de solución se apuntaba desplazar los sobrevuelos sobre el nuevo barrio de Dehesa Vieja, al que se le calificaba como modelo de desarrollo urbanístico especulativo.
No se entiende que la solución al problema que plantean estos vecinos sea transferirlo a otros vecinos, porque no sólo no resuelve el problema, sino que lo agranda, dado que es de esperar que los otros vecinos no estén conformes con esa solución, y al problema de salud ambiental provocado por el ruido de los aviones, haya que añadir el problema de convivencia entre vecinos de una misma localidad. Cierto que este problema todavía no se ha hecho evidente, pero para ello sólo hay que esperar un año a que los nuevos moradores ocupen sus casas.
El argumento de que por ser un barrio nuevo no tienen derecho a quejarse, dado que el aeropuerto ya estaba antes, refleja insolidaridad y desconociendo; insolidaridad porque no se puede reclamar un derecho para sí y negárselo al otro, y desconocimiento porque ese nuevo barrio SÍ TIENE planificación, y se ha planificado teniendo en cuenta una huella sonora que ahora se transgredí. Tener planificación quiere decir que está pensado conforme a un ordenamiento jurídico-urbanístico que permite el uso residencial en condiciones dignas social y económicamente sostenibles; por ejemplo, dejando una reserva de más del 50% de la edificabilidad para vivienda protegida. Esta es la especulación de Plan Parcial de Dehesa Vieja. ¿Qué planificación económica, ambiental y social tienen esas urbanizaciones? ¿Tenemos suelo para todos a razón de 2500 – 5000 m2 de parcela por vivienda? ¿Cuál es el coste económico de los servicios comunitarios en ese tipo de residencial? ¿Se ha valorado el coste ambiental de preservar para uso y disfrute
individual de un bosque que se debiera haber protegido como patrimonio medioambiental para el disfrute colectivo? Pues bien, esa era la planificación que se hacía en Madrid por COPLACO hace 30 años. Bendita sea la planificación especulativa que se hace ahora. ¿O creen ustedes que con criterios actuales se hubieran permitido esas urbanizaciones? Dirán ustedes que se han construido otras al lado mismo; pero eso es porque ya estaba el mal hecho. Urbis por ejemplo, no es más que la consolidación de un mal, que de no haber existido ya previamente, nunca se hubiera consentido. Evitemos pues la guerra entre vecinos porque todos tenemos alguna razón, y busquemos la razón que nos une a todos: “el aeropuerto no puede dañar la salud de las personas.
El mantenimiento de las rutas aéreas y su consiguiente huella acústica, la aplicación de normas y seguridad respecto a ritmos y frecuencias de los movimientos de entrada y salida, la aplicación de sanciones rotundas y ejemplares a las compañías infractoras, son medidas que desagradan a AENA, porque no tiene otro interés que la optimización económica de las instalaciones, pero que benefician a todos los demás; vecinos y pasajeros, incluidos. Se entiende, pues la lógica de AENA porque es tan simple como cualquier lógica de capital; lo que no se entiende es la posición de los Ayuntamientos y la Comunidad de Madrid en el órgano de seguimiento CSAM.
La CSAM es la comisión-trampa de que se vale AENA para extender a los demás sus propias responsabilidades. ,Quien decide sobre rutas horarios, disciplina, etc. es única y exclusivamente AENA, luego, ¿qué pintan en la CSAM los representantes municipales y de la Comunidad, si de nada les vale lo que expongan en defensa de los vecinos?. Los representantes municipales son permanentemente humillados por los directivos de AENA, y al mismo tiempo son humillados sus representados, es decir, nosotros. Por su propia dignidad y por la nuestra deben denunciar a AENA por la sobreexplotación del aeropuerto en los órganos de justicia nacionales e internacionales y abandonar la CSAM, en tanto ésta no tenga ninguna potestad decisoria. La ampliación de Barajas ha sido un error, pero cuánto habremos de esperar a que lo reconozcan y corrijan sus mentores. Esperemos que no sea con la prontitud vaticana porque arregladito lo tenemos




Miguel Ángel Ballesteros
Secretario General de Izquierda Independiente